Soltar no duele...
Soltar no duele... Duele la ausencia de los planes que un día vislumbramos construir... Duele nuestros sueños hechos añicos por las decisiones de otros... Duele créernos y sentirnos solos... Duele imaginar nuestras manos vacías y el cariño ausente... Duele los te amo que se olvidaron y quedaron guardados en una caja de zapatos para siempre... Duele no saber dónde se fue el amor que regalaste y que no es, y no fue y que nunca será... Pero soltar no duele, al contrario, sana y reconforta... Soltar no te hace olvidar, pero si se hace desde el amor, el alma misma lo agradece y la libertad te abraza... Fluir con los altibajos de la vida es una constante lección y cuando aprendes a soltar... Te das cuenta que mantenerte aferrado a eso, era en realidad lo que más te lastimaba... Era lo que más te dañaba... Pero soltar, soltar, no duele...