Carta a mi hermana mayor en su 50 cumpleaños.


Querida hermana, cuando pensé en escribirte unas palabras no me percaté de que debería hacer un recorrido por nuestras vidas juntas, que  me llevaría a darme cuenta de la suerte que tuve al contar con una hermana mayor como tú. Sólo cuando hacemos balance del camino recorrido podemos valorar todo las cosas buenas que la vida nos da y tenerte como hermana es para mí una de ellas.

Parece que fue ayer cuando hacíamos travesuras juntas. Recuerdo en el colegio que los niños se metían con Angu y conmigo y tú te enfrentabas a ellos para defendernos.También cuando nos enseñabas a abrir el candado al teléfono para llamar a la vecina y asustarla con el llanto de Oki a la que metíamos en el ropero para que llorara, o cuando nació Eva y tú te creías la madre, protegiéndola y cuidándola.


Cuando juntas hacíamos gira turística por casa de las abuelas cantando.También recuerdo como te odiaba cuando nos castigaban por algo que habías hecho tú y como nos ayudabas a esconder las notas para que mamá no las viera al entrar en casa o cuánto te envidiaba por comerte esos bocadillos de chorizo sin engordar hermana!

Y Jamás podré olvidar la última vez que subí en aquella bicicleta verde que teníamos compartida y a la que yo tenía un poco de respeto, para ir avisar a la abuela Ramona ése día que llego a nuestras vidas,Tatiana. Nos fuimos haciendo mayores y cada una cogió su rumbo, un rumbo muy distinto que creo que nos hizo perder un poquito ese vínculo que puede haber entre hermanas.

El camino nos fue dando a cada una diferentes frutos y así nos hicimos mayores teniendo una vida que yo llamo grande, pero a pesar de ello siempre supimos que estábamos ahí una para la otra. Te tocó ser el garbancito negro de la familia, tributo o título que a veces no se concede correctamente, pero es el precio que hay que pagar por ser la mayor, pues es esta la que abre el camino para las demás.

He tenido la gran suerte de poder conocerte como hermana y como persona más profundamente a raíz de mi enfermedad y te admiro. Me has ayudado mucho en estos años,  aquel viaje juntas a Granada marco un antes y un después en nuestra relación y nunca olvidaré esa noche hace un año en la que nos hicimos confesiones mutuas que forjaron para mí un nuevo comienzo en mi relación con el compañero de vuelo que hoy me acompaña.

Para mí eres un ejemplo de supervivencia diaria, la vida no te ha sido fácil y a pesar de ello tú no pierdes la sonrisa. En estos 50 años que hoy celebramos has sido hermana, hija, esposa, madre, amiga y lo has hecho lo mejor que has sabido y has podido, eso es lo importante y debes estar orgullosa por ello. Hermana, nunca dejes de ser la loca de la familia, la que nos hace reír con sus ocurrencias.


Los años seguirán pasando, nos saldrán arrugas, seremos abuelas, se nos pondrán los pechos como dos brevas, usaremos bastón y dentadura postiza... pero aun así, tu siempre serás aquella niña que se escapaba de casa por que tenia prisa por vivir. Eres una gran mujer y mereces que la vida te regale una infinita llama de amor permanente, que llene tu alma plenamente para siempre. Te quiero.
Feliz cumpleaños!



Comentarios

  1. Esa reflexión, la vivimos todos en la familia siempre ,hay alguien atento a todos para aportar su granito de arena

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