Los ojos que ven el alma (A un nuevo año de vida)

Ojalá pudieras mirarte a través de mis ojos, entenderías que no necesito decir palabra alguna porque hasta con la mirada tiemblo. Dejarías los lamentos y abrazarías las certezas para siempre, porque juntos él y yo somos invencibles.

Ojalá pudieras mirarte en mi ejemplo, entenderías que me amas y me odias porque soy tu reflejo y tal vez ya no me juzgarias por mis defectos. Ojalá pudieras mirar más allá de lo que aparento cuando paralizas sin permiso el cuerpo. 

Comprenderías que en lo que soy conmigo te llevo, que estás en las cosas que hago, digo y pienso, que no he dejado de estar para tí ni un sólo momento, porque no existe entre tú y yo distancia alguna desde que abordaras sin licencia neuronas de ensueño.

Si hasta en el latir del pecho te siento cuando por momentos sólo tú eres dueño! Ojalá pudieras mirarte en el tiempo y ver como pasa la lluvia y el viento limpiando, sanando el mal que yo verso. Ojalá me mires y veas lo que expreso pues para mañana empiezo de nuevo. 


Otro año de vida que suman ya cuarenta y ocho creo, porque ni en el cuerpo, la mente, el alma ni en el corazón los tengo. Déjame vivirlo, no me pongas freno. Los dos lo sabemos sólo es un reflejo, un gran espejismo, un amigo etéreo, que se irá algún día muy lejos, muy lejos. Pasarán los días tú yo lo sabemos y el amor eterno sanará el cerebro.




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