Escribiendo abrazos

Escribir beso no es besar, escribir agua no es beber. 

Escribir que quiero abrazarte no ayuda a que te pueda abrazar.
Escribir que te extraño no te traerá de vuelta aquí.
Entonces para que rayos escribo? si me estoy muriendo de hambre de abrazos , si no puedo abrazar a quienes me leen.

Yo quisiera que me leas, para salvarte y que despiertes ya no sólo para decirme que tan bonita es esta magia que mis manos imprimen

fugazmente.

Verás, no me gusta usar palabras complicadas, porque abrazar de verdad, jamás ha sido tan difícil. Escribir debe ser tan simple como una caricia o como un beso, debes intentar comunicar con palabras, lo que podrías decir con silencio.

Y sí, aunque se trate de amores siempre o casi siempre, sean présentes o ausentes, escribir debe ser un poquito más lejos, escribir debe ser cómo una diáfana espada que refleje el alma, pero hiera la mente.

Escribir amor no es hacerlo, escribir agua no te quita la sed. Entonces para que demonios escribo? si no puedo tocar a quien me lee. Si no puedo mirar a los ojos a todo aquel que me agradece...

Cuando comencé a escribir, pensé que podría abrazar a la gente en las distancias, que podría acariciarlas con mis letras, pero luego he podido darme cuenta, que un abrazo aveces sana, pero aveces también duele.

Si me lo preguntase Dios, aún hoy yo seguiría eligiendo conocerte... 

Dedicado a mis lectores, en especial a mi gran amor y maestro, sin su apoyo y consejos éste Blogger no existiría.