Tú luz



No intentes cambiar a nadie 
limítate a iluminar 
porque es tu luz la que invita 
a tu prójimo a cambiar. 

Que en esos tiempos extraños
en que no encuentras un porqué 
tu tarea más importante 
¡no es otra que la de ser! 

Y si ése que va a tu lado 
se encuentra dormido acaso 
respeta su desarrollo 
y su aparente retraso...

Contemplalo con ternura 
aceptalo como es 
y déjalo que prosiga
marchando sobre sus pies. 

No te olvides que el está
siguiendo su plan de vida 
ese que le dio el creador 
al preparar su venida.

Y tu no puedes lograr 
que eleve sus vibraciones 
ni con lecciones abiertas 
ni sutiles empujones...

Porque hay cosas en la vida 
por las que debe pasar 
esas que harán al corazón un día 
abrirse de par en par...

Y entenderá cabalmente 
de forma clara y certera 
que esta vida te devuelve 
todo aquello que uno entrega. 

Tú entra en tu propio silencio 
y en forma suave y callada 
deja que tu luz interna 
se filtre por tu mirada...

Deja a tu impronta suave y serena 
producir su propia acción 
y esparcir sobre las cosas 
silenciosa inspiración.

Y cuándo dejas que el otro 
transmute su propia cruz 
no intentas cambiar a nadie 
pero lo cambia tu luz...




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